3 mar 2010

El chico del paraguas


Él es de esos chicos que piensan que no llaman la atención de nadie, de los que ya lo dan todo por perdido y de los que no miran a las chicas con las que se cruzan a los ojos para no verse desde los ojos de nadie. Es de los que siente, pero se lo quiere guardar todo para él por miedo a sufrir, a ser rechazado, a hacerle daño a alguien. Es de los que pasa por la vida sin darse cuenta de lo importante que es arriesgarse y dejarse llevar, de lo importante que es dejarse ser feliz. Es de los que se fija mucho en los pequeños detalles, y le da importancia a cosas que el resto de la gente puede pasar por alto. Es de los que colecciona imágenes que le transmiten cosas, de los que hace magia con las palabras, de los que tiene un montón de cosas en la cabeza mientras hace que sigue con su vida, como si no tuviera más inquietudes. Es de los que tiene miedo a darse a conocer, de los que se encierra en sí mismo. Él es de ese tipo de chicos a los que un día de lluvia se les da la vuelta el paraguas y tiene las manos ocupadas y se empapa sin poder ponerlo al derecho.

Ella es de esas chicas que no tiene miedo a nada, que ha aprendido a estar segura de sí misma, y que quiere ser feliz. Ella también le da mucha importancia a los pequeños detalles. Es de las que no sólo ve imágenes, sino que les busca significado, es de las que entiende la magia de las palabras. Ella es de las chicas que se fija en chicos como él, porque al cruzarse con ellos se ríe, y consigue que le miren a los ojos cuando se cruzan con ella y así puede descubrir todo lo que esos chicos tienen dentro y quieren ocultar. Es de las que tiene muchos pequeños detalles que no todo el mundo sabe apreciar. Ella es del tipo de chicas que se pararía al lado de esos chicos para taparle con su paraguas y sujetarle los papeles hasta que él pudiera poner al derecho el suyo. Pero él no sabe que ella es del tipo de chicas que puede ver a través de su mirada, y se hace valiente y comete el error de mirarle a los ojos para darle las gracias sin contar con encontrarse con su gran sonrisa. Y ella, que con solo una mirada ya sabe ante qué clase de chico está, sonríe todavía más y le invita a un café, porque ella es de esa clase de chicas que reconoce al amor de su vida en un instante.

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