25 mar 2010

La llave de Armaria

Rebuscando entre los papeles encontraron una llave de lo más extraño. Parecía antigua y como ninguno de ellos sabía qué abriría la volvieron a dejar encima de la mesa entre las demás cosas. Estaba todo revuelto, si el abuelo viera cómo estaban dejando todo se habría puesto a gritarles como un loco. Él siempre lo tenía todo bien ordenado. Nadie le dio importancia a la llave, supusieron que abriría una de las muchas cajas que guardaba el abuelo con sus papeles y sus cosas. Nadie excepto Carolina.
Carolina tenía nueve años, y nadie parecía prestarle atención. Estaban todos muy ocupados desordenando las cosas de su abuelo buscando dios sabe qué. Le habían dicho que el abuelo se había ido, que ya no volvería a verle, pero no le habían dado más explicaciones. A nadie le importaba si ella lo entendía, todos estaban preocupados con otras cosas. Si se hubieran parado a explicarle algo, a hablar con ella, ella les habría dicho para qué servía esa llave. Era una llave muy importante, pero esto sólo lo sabía ella. Así que sin que se enteraran la cogió y se la guardó en el bolsillo.Tenía que esperar el momento adecuado para poder usarla, el abuelo siempre lo hacía, cuando no le prestaban atención se marchaba con su llave y la utilizaba.
El abuelo de Carolina escribía cuentos. Llevaba toda la vida haciéndolo. Escribía muchos y todos muy buenos. Tenía a todos los editores y críticos literarios impresionados. Todo el mundo se preguntaba de dónde venía su inspiración, y la clave era aquella llave. Esa llave abría una puerta oculta escondida en el sótano de su casa. Había que mover un poco el armario, detrás había un panel que si lo empujabas cedía y después había una puerta. Al abrirla entrabas en Armaria, el mundo donde se desarrollaban todos los cuentos del abuelo. Carolina era la única que sabía que el abuelo no tenía tanta imaginación, que lo único que hacía era narrar lo que pasaba en Armaria. Ella le había acompañado una vez, poco antes de que su abuelo se fuera. Y había prometido guardar su secreto. Su abuelo le había dejado a ella su mejor herencia.

8 comentarios:

Jan Lorenzo dijo...

Joooo, que bonito... Un lugar especial donde residen todos los cuentos... Creo que ese puede ser el mejor legado que alguien le puede dejar a otra persona...

No sé, pienso que todos tenemos escondido alguna entrada a Armaria en nuestras casas, pero sssshhhh, que eso es un secreto...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Rebeca Gonzalo dijo...

Ante todo, bienvenida a El Cuentacuentos.

Me ha gustado mucho tu historia. Yo lamentablemente no tengo ninguna en mi cabeza últimamente para poder escribir. Te leo. Un abrazo.

P.D.: Armaria me ha recordado a Narnya. Supongo que en el fondo no tiene nada que ver, pero me apetecía comentártelo.

Jara dijo...

Cuando la imaginación no hace nada por nosotros, contar lo que sucede a tu alrededor en forma de cuento ayuda. Armaria era ese lugar.


un saludo.

" CADA ABUELO QUE SE MUERE ES UN LIBRO QUE SE CIERRA Y NO SE PUEDE VOLVER A CONSULTAR JAMÁS" - Duo Mayalde. Agosto 2004.

Señor de las Historias dijo...

Hola Pau, por favor inscríbete como participante de El Cuentacuenos entre esta noche y mañana si puedes. Si no lo haces, no puedo situarte como blog de la semana (que era mi intención) ó cuento de la semana para próximas veces. Para ello accede a la página principal, Particpantes, Alta participantes.

Gracias y disculpa las molestias
Si detectas algún problema, no dudes en ponerte en contacto contigo.

Esther dijo...

Me gustó mucho tu historia.

¡Yo tb quiero una llave igual!

Yo tb tengo últimamente un secreto para escribir cosas, no tan efectivo pero, bueno... Al menos, lo último que se me ocurrió vino de ahí, en una noche... pero, mejor no lo cuento que sino, no sería secreto. Además, sólo me visitó una noche, a ver si me sigue hablando...

Está chulísima. Me recuerda a la primera película, de Las Crónicas de Narmia, una película que me fascinó y me encantó.

Saluditos.

Virginia Vadillo dijo...

Desde luego, es una buena herencia :)
Una futura cuentacuentos, jeje!

alguien dijo...

Encantado de leerte por primera vez, yo soy otro de los Cuentacuentos veteranos :) A ver, tu cuento está muy bien escrito, aunque sinceramente echo en falta un conflicto, elemento fundamental de toda narración (ya sabes: inicio, nudo y desenlace) para que el lector conecte más, porque tienes potencial pero debes desarrollar la técnica. Además, siempre es bonito saber que, de un modo otro, los Cuentacuentos no se acabarán. Un abrazo =D

Pugliesino dijo...

Llego tarde y es que aquí en Semana Santa dificil es escapar de la calle :)
Una herencia muy especial le dejó su abuelo a Carolina, pero a diferencia del resto de la familia a Carolina le dejó no una herencia sino su presencia que siguie viva en Armaria.
Un relato que combina muy bien la velocidad del mundo adulto con la cercana riqueza de lo que tiene a lado sin percatarse. Nadie mejor que Carolina para hacerlo.
Un abrazo y bienvenida!:)