- Quizá sea tarde, pero aún tengo la pistola en el bolsillo -dijo Marcos mirando al suelo esperando que su amiga no estuviera enfadada por su retraso.
Susana no contestó. Levantó la camiseta de su amigo y vio todos los moratones y arañazos que tenía en la espalda. Aguantándose las lágrimas cogió la bolsa de globos de agua del segundo cajón de la mesa, apretó fuerte la mano de su amigo, y se lo llevó al jardín.
7 comentarios:
Vaya, y pensar que yo me creía de esas escritoras escuetas XD esto sí que es un hiperbreve.
Buena y breve, me ha gustado.
:-)
acción y reacción :) Está bien pero me ha sabido a poco.
¡Un saludo!
Corto y conciso.
Genial
besines embrujados
Así da gusto, leer cosas cortitas y que te dejen sin palabras. Me gusta la confianza que aparentemente hay entre ambos.
Me ha gustado, pero me surgen muchas preguntas. Me quedo con ganas de más, por la necesidad de responderlas.
Llego tarde pero a tiempo de presenciar el momento del estallido :)
El minirrelato atrapa a uno en el.
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